El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas inodoro que puede irritar los ojos, la nariz y la garganta y causar dificultad para respirar. El NO2 interior puede provenir del uso de electrodomésticos que queman combustibles como gas, queroseno y madera. En las personas con asma, la exposición a niveles bajos de NO2 puede aumentar la reactividad bronquial y hacer que los niños pequeños sean más susceptibles a las infecciones respiratorias. La exposición a largo plazo a altos niveles de NO2 puede provocar bronquitis crónica. Los estudios muestran una conexión entre la respiración de concentraciones elevadas de NO2 a corto plazo y el aumento de visitas a los departamentos de emergencia y admisiones hospitalarias por problemas respiratorios, especialmente asma.
Las fuentes primarias en interiores son los procesos de combustión, tales como:
Asegúrese de que todos los aparatos que queman combustible estén correctamente instalados, usados y mantenidos siguiendo todas las instrucciones del fabricante. Si es posible, use aparatos que quemen combustible que tengan ventilación hacia el exterior.
Pasos que puede tomar para reducir la exposición
La ventilación de las fuentes de NO2 al exterior y la correcta instalación, uso y mantenimiento de los aparatos de combustión son las medidas más eficaces para reducir las exposiciones.
(Estos son los mismos pasos que se usan para reducir la exposición al monóxido de carbono).
Visite la EPA para obtener recursos adicionales sobre el impacto del dióxido de nitrógeno en la calidad del aire interior
La transición lejos de los combustibles fósiles significaría que los niños (y todos nosotros) respiren más fácilmente (artículo de opinión de la revista CommonWealth)